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29 sept 2012

Contaminación cruzada

Comer sin gluten no es difícil.
Desde hace un tiempo se está extendiendo como una nueva tendencia en alimentación y esto es algo bueno porque el mundo de la restauración y el comercio está empezando a escuchar cada vez más esta palabra que ya ha dejado de ser exclusiva del ámbito médico y de los celíacos.

Repito la idea inicial: comer sin gluten no es difícil.
Las verduras, el arroz, las legumbres, las carnes, los pescados, los lácteos... no tienen gluten.
Sólo tienen gluten algunos cereales: trigo, avena, centeno, cebada (los más conocidos).
Por tanto alguien que quiere comer sin gluten sólo tiene que cambiar en su alimentación los productos elaborados con harina de trigo o los otros cereales: pan, pasta, repostería.

Los problemas empiezan cuando necesitas comer exclusivamente sin gluten. Y te das cuenta de la cantidad de productos que no deberían tener gluten y lo tienen.

Hay tomate frito que contiene gluten, hay jamón york que contiene gluten, hay caramelos que contienen gluten, hay lentejas que contienen gluten, ¡hasta hay harina de arroz que contiene gluten! hay infinidad de productos en las estanterías de los supermercados que contienen gluten y no deberían contenerlo. ¿Por qué es así?

1. Por el proceso de fabricación: se añaden harinas o espesantes que contienen gluten en la composición del alimento.
2. Por el proceso de empaquetado: se utilizan las mismas máquinas para empaquetar productos naturalmente con y sin gluten y en este proceso se contamina los que eran sin gluten.

Y me surge la pregunta... ¿es necesario este gluten fruto de la contaminación cruzada o de la adición de espesantes y harinas?

Yo soy celíaca y tengo que comer sin gluten y miro todas las etiquetas y si es conveniente llamo al servicio de atención al cliente para asegurarme de la composición de un producto. Pero a los que no sois celíacos ¿no os inquieta porqué esta proteína está por todos lados? ¿Es necesaria en esta medida?


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